Una escuela con historia familiar

Nuestro viaje empieza en Saldungaray, ya que la familia materna de Ángel es de acá. Empezamos nuestro proyecto en el Instituto Fortín Pavón. Esto nos hace especial ilusión, ya que Elvira Martínez (abuela de Ángel) fue una de las fundadoras del instituto.

Desde el primer momento nos han acogido en el instituto y se han entusiasmado con nuestro proyecto. Sobre todo, Mabel, la directora del secundario, María Helena, la profesora de matemáticas y Guillermina, la directora del primario. Han creído en nosotros y en nuestro proyecto y nos han dejado dar nuestras primeras charlas con todos los cursos, desde cuarto del primario hasta sexto del secundario.

Aprendiendo juntos

Nuestra experiencia ha sido muy gratificante, esperamos que ellos hayan aprendido tanto como nosotros. A todos los cursos sin excepción los hemos visto interesados e implicados en las charlas y en los juegos posteriores. Aunque al principio los más adolescentes parecían distraídos, en seguida se han interesado por el Universo y sus secretos. Los que más preguntas han hecho han sido sin duda los más pequeños, su curiosidad no tiene límites. Es una pena que con los años esta curiosidad y ganas de saber se vaya perdiendo. Por eso creo que proyectos como el nuestro ayudan a los alumnos a seguir siendo curiosos e interesarse por la ciencia.

También hemos visto que en general son los chicos los que más preguntas hacen, salvo en algunos cursos en los que las chicas han llevado la voz cantante. Queremos animar a las chicas a interesarse por la ciencia, a hacer preguntas y a no sentirse menos inteligentes que los chicos. En general, en las carreras de ciencias hay muchas menos chicas que chicos. Queremos cambiar esto y que haya igualdad. Queremos transmitirles a ellas que son igual de inteligentes que ellos y que pueden hacer todo aquello que se propongan.

Con todas las preguntas que nos han hecho, nosotros también hemos aprendido. Muchas veces después de las charlas corríamos a casa a preguntarle a Google algunas dudas que nos surgían de las preguntas.

También nos ha encantado ver que el juego que les hemos propuesto después de las charlas ha funcionado genial. Mucho mejor de lo que esperábamos. Daba gusto ver a los alumnos divididos en pequeños grupos, debatiendo, argumentando, es decir; pensando sobre los diferentes temas que les hemos propuesto. Ese era el principal objetivo de esa actividad y nos vamos más que satisfechos con el resultado.

La familia como comienzo del viaje

En este caso hemos hecho divulgación sin esperar nada a cambio, salvo la oportunidad de dar nuestros primeros talleres de física. Nos hemos alojado en casa de Elvira con la familia. Al final de nuestro último taller, nos sorprendieron obsequiándonos con dulces y utensilios para nuestro viaje. ¡Muchas Gracias! Alguien se había chivado de nuestra afición a los dulces 😊.

A parte de agradecer a la escuela, también queremos agradecer a Pepe y Rosario, Claudia y José Luis, que nos han abierto las puertas de su casa y nos han facilitado el comienzo de este proyecto.

Si te interesa esta iniciativa y quieres que tu escuela sea la siguiente, aquí tienes un resumen de nuestro proyecto. Si quieres más información, puedes ponerte en contacto con nosotros.